pesimista...

Las noches se hacen más largas y mis sueños mas cortos.

Y en esa batalla entre temores y esperanza, mi esperanza se achica y mis temores se agrandan.

Y sin embargo todo parece que cambia, mientras que la realidad es otra. Cuando pienso que por fin las cosas se empiezan a mover, que mi vida empieza a fluir, todo se queda exactamente como esta.

Y las situaciones se repiten.

Y tropiezo y tropiezo y tropiezo.

Y ya me duelen los pies de hacerlo.

Nunca aprendo, verdad?

Que las personas no cambian.

Que quien te hirió una vez, probablemente lo vuelva hacer.

Que no soy más fuerte, ni me acostumbro, solo llevo un mejor disfraz.

Que la vida no se debe vivir así, con la cama llena de papel y los ojos hinchados.

Y estoy cansada de dejarme atrapar en este círculo interminable, que solo alimenta mi inseguridad. Inseguridad… si es que comenzamos con los eufemismos.

Porque cada vez que la historia se repite me comprueban que todo lo que pienso acerca de mi misma, es verdad.

Pero vuelvo a creer,

Y vuelvo a confiar

Y vuelvo a pensar que darle tiempo al tiempo va a mejorar las cosas.

Y me vuelvo a tropezar.

y mis pies cada vez más débiles pretenden ser más fuertes.

Por eso me escondo.

Por eso no me decido.

Por eso no cambio, y me quedo como soy

aunque no esa, quien quiero ser.

si.

conjugaciones.

Estaba allí, como toda tonta que todavía cree en el poder intuitivo de los hombres. Llegue y me senté. Me senté a esperar. Sabía que te iba a tomar algo de tiempo. Que te retrasarías por tu condición de hombre. Pero nunca pensé que el lapso de espera sería tan largo y tan frustrante. Me di cuenta que ya no era cuestión de lo que sentíamos o de si podíamos hacerlo o no, ya era cuestión de otros. Y pensándolo bien, siempre fue cuestión de otros.

Ya no era cuestión de tratar, era cuestión de evitar hacerlo.

Cuestión de evitar, evadir, reprimir. Hasta que llegara nuestro tiempo.

Porque tal vez y probablemente estábamos escritos.

Pero pasó el tiempo y te seguí esperando. La silla se desgasto, la madera se corrompió y mi cuerpo no se habituaba su silueta. Al principio era muy grande y se fue reduciendo, nunca siendo el tamaño perfecto.

¿Cómo saber la diferencia entre lo que debe ser y será; y lo que debe ser pero nunca será?

¿Cuándo dejo de esperar? ¿Y cuando sigo esperando?

¿Y cuando esperas tú?

No importa; yo esperaba, ¿Y tú? … quien sabe.

Yo te seguía esperando, hasta que te decidieras.

Y lo harías algún día, porque estaba escrito.

Y lo hiciste.

-Te quiero

-¿Y entonces? ¿Qué hago yo con eso?

Y es que ya es muy tarde; o ERA, porque no debemos hablar en presente de algo que ya no existe.

no hay mas palabras.

* este post se ira mejorando con el tiempo, arreglando y amarrando aquellos cabos sueltos; sin embargo, por ahora, aqui esta.

Querido PapaDios.

Si PapaDios, porque sé que ante tus ojos todavía soy una niña. Una niña a la cual le falta mucho por aprender , o tal vez todo.

Te escribo para contarte que últimamente me he sentido perdida, sin embargo se , que quien se perdió fui yo. Que mi necesidad y condición de humana imperfecta me ha llevado a darle vuelta al tiempo, y volver a ser aquella persona engreída, ambiciosa, egoísta que era antes. Pero sobre todo, sobre todas esas cosas, me aleje del camino que me lleva hacia Ti . Me aleje de ti, de quien más me ama.

Y me quejo todos los días, de que estoy sola, que me siento sola y no hay nadie quien pueda calmar ese monstro que se llama la soledad. Me quejo, me quejo y me quejo. Y cuestiono, que ¿Por qué a mí?. Porque me pasan estas cosas. Pero no me he dado cuenta que no me pasa nada, o no debería. Porque nunca estaré sola si Tu estas aquí, conmigo, dentro de mi corazón. Y lo estas. Tal vez no lo estabas hace una semana, probablemente lo dejaste de estar hace unos meses. Pero te quiero decir, valga la redundancia porque ya lo sabes que te voy a decir, que tú estás conmigo. Y que quiero volver a ser aquella persona que algún día se acerco a ti y empezó a creer. Pero no me quiero quedar ahí, quiero crecer. Ya quiero dejar de empezar a creer e Ti , y salir de esa primera etapa de la cual es tan fácil devolverse.

Siempre me fue difícil, aceptar el amor de cualquier persona en mi corazón, tú lo sabes. Que soy así. Sin embargo, el hecho de que SEA así no significa que este contenta con esto. Soy así, porque me permití serlo. Pero quiero cambiar. Quiero ser otra persona. Porque si te tengo en mi corazón y a diario recibo tu amor, me parece egoísta que encarcele todo ese amor, entre mis cuatro paredes, entre esas murallas que construyo y construyo para no salir lastimada. Por eso, Señor pienso cambiar. Quiero cambiar. Quiero ser aquella que brinda felicidad y amor a todos. Ese que tú me regalas a diario. En un simple respirar. En una sonrisa. En una carcajada. Ese amor, lo quiero contagiar a los demás. Porque aunque ninguno nos lo merezcamos, tú sigues brindándolo.

Es increíble como haces las cosas. La manera en que sin darnos cuenta cambias las cartas para nuestro favor. Cuando creemos que todo acabo, o no necesariamente acabo, pero sigue mal y seguirá por siempre. Tú vienes y nos pruebas en contra. Porque no todo TIENE que seguir igual. Porque no TENGO que seguir sintiéndome sola. PUEDO. Si no te llevo en vida. PUEDO. Pero yo, así como decido que me pondré mañana de ropa, así como decido que comer, YO decido ELEGIRTE A TI. Mi Dios. Porque eres mío y de todos, pero eres tan grande, que eso no importa, ni siquiera siento las ganas de ser egoísta y no quererte compartir. Porque entiendo que tu grandeza va mas alla de mi comprensión. Y si tu grandeza va mas allá de mi noción de la realidad, entonces, creo que puedes ser lo mismo en la vida del resto del mundo.

Hoy decidí elegirte, por siempre.

Me prometí no pedirte nada. No pedirte las cosas que creo que necesito, ni siquiera las cosas que crees que necesito. Me hice esa promesa, que el único objetivo de esto (lo que sea esto sea) seria comunicarte mi posición. Sin embargo, creo que para sentirme bien conmigo misma, (si, conmigo misma, porque sé que TU no necesitas más que nuestra aprobación) te quiero pedir Perdón. Por no ser la personas que hubiese podido ser a estas alturas. Por echar para atrás. Por alejarme de ti una vez más. Por ofender a los demás, por ofenderme a mí misma, por ofenderte a ti. Por ser egoísta. Entre tantas cosas te pido perdón. Pero sobre todo, te pido perdón, por aquellas cosas que hago, y no me doy cuenta que están mal. Aquellas cosas que me alejan de ti y no lo sé. Por eso, además de perdón, te pido discernimiento, para que TÚ seas quien me ayude a encontrar el verdadero camino a casa, tu casa, la que algún día visitare.

Llevaba meses sin dormir. Mis amigos lo saben, mi familia lo sabe y tú, sobretodo tú lo sabes. Lo irónico es que me regalaste la medicina para este insomnio que me acaba todas las noches hace unos meses. Me lo dijiste, me lo mandaste por escrito, como un recordatorio, y lo veo todos los días ahí, pegado a mi pared. Me dices que voy a poder dormir. Simplemente lo dices. No hay mas nada. Pero no entendía que nunca iba a ser cierto, si yo antes, no te aceptaba. Si yo antes no te dejaba entrar. Y después de meses ahora es que me doy cuenta, que como siempre, la respuesta estuvo ahí, en mis ojos todo el tiempo, y como siempre, me cegué y no lo vi. Y me hiciste abrir los ojos una vez más, sobre esa y tantas cosas. Es verdad, que ya cuando se está en el camino indicado, después de tanto buscar, es cuestión de dejar las cosas fluir. Dejar que las cosas pasen, porque sé que solo tú pudiste haber planeado estas circunstancias y te doy gracias por habérmelas puesto en mi camino. Pues de lo contrario todavía no tendría el valor de salir de aquella etapa primaria en el camino a tu conocimiento. Tal vez ya hubiese echado irrevocablemente para atrás, ¿quién sabe? Solo tú.

Gracias, Dios mío, Gracias.
Por abrirme los ojos.
Por regalarme otro respiro.
Por alumbrar mis días, aun cuando yo lo hacía nublado.
Por estar allí, aun cuando te ignoraba.
Por mi familia.
Por mis amigos. Los que se fueron, se van y los que se quedaron.
Por mi vida, de la que me quejo, pero no la cambiaría por ninguna otra.
Por la luna, por el sol, por las aves.
En fin, GRACIAS POR TODO

Abrazos,
María.

PD. ¿Mañana a la misma hora? ¿Tal vez un poco más temprano? Como quieras, tú eres el que manda ;)

Lo difícil que es cambiar.

Si el cerebro está hecho para pensar y el corazón para sentir, ¿a cual le hago caso? Uno me dice que te olvide y el otro que espere.

Dicen que el idiota es aquel que repite las mismas acciones una y otra vez esperando resultados diferentes.

Pues de hoy en adelante, cambiare.

Y dejare de pensar, porque pensar nunca te lleva a nada.

Y estoy cansada de la nada.

De hoy en adelante sentiré.

Sentiré el aire, el agua, a los demás.

Tomare a mi corazón y me olvidare de mi cerebro.

Y actuare sin pensar, y sentiré sin reprimir.

Diré lo que siento, cuando lo sienta.

Y mi boca dirá más que mis ojos.

Y mis secretos saldrán de la tumba y escribirán un libro.

Y mis dedos dibujaran tu boca, y mi corazón guardara tus ojos.

Y me arriesgare sin arrepentirme.

Y te diré que te quiero.

Que te necesito.

y lo hare.

¿Lo hare?

¿Lo hago?

mejor lo pienso un poco mas...