Tuesday, February 3, 2009

una visita al doctor.

Es uno de esos que se creen que por tener un PhD tiene la vida resuelta y creen controlar todo a su alrededor. Que si tiene 2000 años estudiando? Algunos dicen que tal vez un poco mas. Por eso le preste una vista. Digo, luego de que todas las demás opciones están escritas y descartadas, porque no tratar a ver qué pasa? Que es lo peor que pueda pasar? No sé, siempre me quedo en esa pregunta.

A veces pienso que me engaño a mí misma, digo cosas y hago cosas que en realidad no siento. Aconsejo a mis amigas que se arrojen al vacio y se la jueguen, y yo? No, yo no. yo no fui hecha para retos, ni para riesgos, ni para tomar decisiones, ni para elegir. Ves como algunas personas nombran a sus hijos como si fueran verbos o adjetivos: soledad, feliz, esperanza? A mí me debieron nombrar cobardía. Pero parece que Dios no quiso ser tan cruel que, luego de haberme dado la característica además tener que recordarla cada vez que me llamen por teléfono.

Lo visite porque dicen que es el mejor. Eso ya lo dije, verdad? El mejor en asuntos como el mío. En borrar recuerdos. Es como un cirujano plástico para el alma, así se dice llamar. Hasta los grandes dicen que a pesar de su narcisismo insoportable y su manía de controlar cada vida en su realidad, es el mejor, imagínate si hasta Sabina lo menciona en cada canción.

Pues te digo que una mañana, visite su consultorio, estaba en una calle desierta, de esas que nadie nunca visita por miedo a aparezer en los noticieros el día siguiente como víctima de algún acto de violencia. Era oscura lo cual me resulto extraño porque supuestamente, era uno de esos que tiene años ejerciendo su oficio satisfactoriamente. Sin embargo, en el momento que la poca luz, me permitió ver el inmueble sabía que era algo fuera de lo común. Es como si el presente, el pasado y el futuro se unieron en un solo edificio con aspecto de hospital pero con toques caseros. Pensé en ti, porque sé que no te habría gustado. Lo sé. Ni siquiera te molestes en buscarlo, sé que no te va a gustar y tú no tienes nada que buscar ahí.

Cuando entre al cuarto 502 (lo cual me extraño porque el edificio era solo de 4 pisos), no era como lo imaginaba; era grande y pequeño al mismo tiempo, algunos dicen que depende del estado del enfermo. Neruda fue uno de ellos, si, hace tiempo que ejerce su profesión y si supieras… ni siquiera se ve tan viejo “a mí me quedan muchos años por delante, eso, si la humanidad me lo permite” dice a algunos con su cara de picardía. Dicen que Neruda lo vio largo y que tenía la sensación como si todo a su alrededor se moviera en cámara lenta. Yo no lo vi de esa manera, para mí fue confuso, como si me acabara de de tomar algún tranquilizante, de esos que te hacen sentir que estas fuera de esta realidad. No entendía nada, era como si la realidad y lo imaginario se fusionaran en un espacio tan grande y tan pequeño a la vez que se escaba de mis posibilidades. Por eso no me detuve, camine rápido hasta su la puerta que leía su nombre y entre; no había recepcionista, sin embargo, sabía que había estado esperando, que estaba tarde, muy tarde. Tenía miedo de que no me atendiera, después de todo, era una oportunidad perdida. Me recibió con una fría mirada, lo que me recordó mi tardanza. Ya unos amigos me habían informado de su problema con las tardanzas, como si su perfeccionismo, no le permitiera entender siquiera el concepto. Que narcisista no? Que cree que por su tardanza, dejaría de existir el mundo. Sin embargo, cuando lo vi, supe que probablemente sería verdad, aunque relativo.

- Buenos días, (le dije, un poco de cordialidad, a ver si cambiaba en animo que traía consigo la habitación.

- Los días no existen aquí, solo existe la existencia.

(Un poco de filosofía, para empezar la cita pensé… para romper el hielo probablemente, después de todo, el era mi servidor, yo fui haya para ser atendida, eso pensé…)

- Su antiguo doctor, me informo sobre su caso…

(Que extraño, nunca había ido a ningún doctor para contarle al respecto)

- Y temo decirle que su caso no tiene solución, esperó demasiado en venir, ahora vállese que me ha hecho perder hasta a mí mismo.

Y así como si nada, con todo y su burdismo, como si no hubiese pasado; llegue a mi casa. No sé cómo, pero eso en realidad no importa. Porque aquel maniático discordia con un PhD, era mi última esperanza. Mira que esa era mi último intento. Lo peor es que, no es más que eso, mi último chance. Parece que los recuerdos seguirán ahí, y tu… no te irás nunca. Que destino el mío, cobarde y también con buena memoria, una mezcla que sin duda, hacen los recuerdos más amargos. Pero, es que no me queda de otra o sí?; no sabes. Qué bien… tendré que soportar tu presencia por el resto de mis días, aunque tratare de hacer otra cita y tratare de convencer al doctor que tome mi caso; al fin y al cabo esa es su única buena cualidad, que cura las heridas. O eso dicen los sabios.

2 comments:

  1. this is way too cool.. me quito el sombrero :)

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  2. jajaja! cobarde y con buena memoria... mala combinaciòn!

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