Sunday, February 22, 2009

brevedades 1.

Entre tanto evitar, te evitas hasta a ti mismo. Y te ignoras. Como lo haces con las personas que crees menos importante. Que en verdad no lo son.

Hasta que un día, en el metro, en el doctor, en tu oficina o en el baño recibes la mala noticia de que tus días están contados. Que cada día que pasa se acerca más al último. Que tienes cáncer, que te dio un infarto o que estas viejo. En ese momento te acordaras de mí. Porque siempre fui la que te ayudo, la que estaba ahí. Y ahí en el consultorio médico, en la cama del hospital o al frente del espejo, deseas no haberme echado a un lado, deseas no haber jugado a Pedro y haberme negado. Yo no soy Jesús, pero tú tampoco eres Pedro. Tu eres tú y yo soy yo; somos nosotros pero no juntos, siempre por separado.

No comments:

Post a Comment