El andaba buscándola y esta demás decir que sin suerte alguna.
Ya las calles habían dejado de ser calles, y eran parte de una rutina cínica, que se burlaba en su cara.
Y la música con letra de Judas le traían recuerdos con algo de esquizofrenia .
Y la veía en todas partes,
Y le hablaba,
Y la quería.
En su mente él nunca creyó que ella se iría.
Pero le pasó lo que le pasó al pastorcito y el lobo.
De tanto dar falsas alarmas le comieron las ovejas.
O tal vez fue todo lo contrario.
De tantas falsas alarmas, se descuido, y las ovejas se escaparon buscando al lobo.
"A veces me dan ganas de darte un te extraño, un suspiro y un beso inocente en la mejilla sin mal interpretaciones, sin prejuicios, sin rodeos, a veces." - Pablo Neruda.
cuando la mente se da esas increibles escapaditas hacia lugares llenos de sueños rotos, ne los que lo queda vivir con todo el optimismo que quede... buena composicion.
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