Wednesday, August 26, 2009

el otro. siempre, siempre es el otro.

Era una noche de esas que sales solo para ver qué pasa, porque no tienes nada mejor que hacer. El había llamado unas horas antes para invitarte a cenar y tal vez luego, pasar por alguna discoteca de moda. Tú habías aceptado por todas las razones equivocadas.

El cable se había ido.

La parábola no funcionaba.

Y facebook, ya no lo podías ni ver.

Tus amigas, cada cual envuelta en su propia noche.

- Está bien, te debo una cita

- Te paso a buscar a las 9.

- Estaré lista a las 10:30

- Payasa.

Sabias que era dominicano. Y que en este país, la puntualidad al igual que el respeto a las leyes de tránsito no existía. Siempre te decías a ti misma cuando eras pequeña que ibas a salir de aquí. Que este atraso cultural localizado en el medio del Mar Caribe representaba todas las cosas que odias. La mala educación, la basura, la idiosincrasia, la falta de educación, la falta de educación. ¿Como una persona logra vivir sin haber leído a Benedetti y aun así decir que su vida está completa? Nunca lo entendiste.¿ qué habrían pasado con todos tus sueños? ¡JA! Ni tú misma te creías lo incrédula que eras. Escribir en este país para comer, que chiste.

A las 10:45 sonó el timbre. ¡Me voy mami! , ¡ ESPERATE! Y ahí comensaba el largo cuestionario .. Con quien ibas, a donde ibas, a qué hora llegarías. NO SE MAMI. Bye!

Abres la puerta del carro, el tenia una sonrisa de triunfador en su cara. Si, por fin! Como si tú fueras la gran cosa. Te saludo con un beso en la mejilla y te pregunto por tu día. ¿Mi día? No hice la gran cosa, me quede en mi casa. ¿Como puede ser que te quedaras un día entero en tu casa? ¿Que haces todo ese tiempo encerrada? Pienso, leo, pienso y a veces finjo ver televisión. ¿Y que tanto es que piensas no será en mi? ASCO. Ni siquiera te tomas la molestia para responderle y hablarle de lo que verdaderamente pasa por tu mente, que te mantiene tan ocupada, el no lo entendería.

Llegaron al restaurante, que como de costumbre estaba lleno. Y como de costumbre estaba lleno de las mismas personas. A veces, pensaste, me gustaría que no todo fuera como de costumbre. Saludas algunas de tus amigas que se encuentran cada cual está sentada con su otra mitad de la semana. ¡LO AMO! Te manda una un mensaje por tu celular. Siempre lo haces, le devuelves.

El te ayuda a sentarte como todo un caballero y llama al mozo. Te pregunta si quieres champagne y aceptas pensando que no has cenado y no deberías beber mucho. El pone el tema y te pregunta sobre ti. ¿Yo? Yo no tengo mucho que decir. Entonces empieza hablar de él. Como todo buen egocéntrico. No seas tan exigente, perfecto no puede ser. Es que no lo es… Los minutos pasan y envueltos en lo que hubiese podido ser una buena conversación, si no fuera porque tu mente estaba en el celular que no sonaba. Siempre me llama los viernes en la noche a ver que voy hacer. Pero , a pesar de eso, haces lo imposible por prestarle atención y más aun para que no se dé cuenta que no lo estás haciendo. El champagne se agota. Y es hora de irse, luego de dos horas de una conversación agradable. Es tan bueno el, ojala y te gustara.

Llegan a la discoteca de moda, el te abre la puerta y te agarra la mano. Tú lo dejas, todavía no sabes por qué. Entran sin ningún resquicito luego de que el saluda a los dos hombres vestidos de negro de la entrada. Llegaron en el mejor momento. En eso caminan hacia el bar y el pide cuatro shots y tu ya consumida por el alcohol de la champagne dices que si y olvidas que no has cenado. Te lo bebes y antes de darte cuenta el te agarra y están bailando. Bailando y siguen bailando. ¡TU que no bailas! Entre el alcohol y el humo crees ver a una de tus amigas que te tira del brazo y tú la espantas. ¡ Ahora no! Después no digas que no trate de advertirte. Te quiero. ¿QUE? ¿Estará loco este tipo? ¿Como que me quiere?. Entre la gran dosis de alcohol logras balbucear que te lo pruebe. Y él te besa. ¡NO! El te besa en el peor momento. El te besa justo cuando lo ves , ahí ,parado. No puedes evitar creer que es a él a quien besas. La realidad te golpea y das un paso hacia atrás. Miras aquel hombre que tiene la noche entera contigo haciéndote reír y miras aquel OTRO hombre que tiene la vida entera haciéndote llorar. Y por más que los cálculos te dicen que sigas en el camino en que estabas, tú no puedes dejar de mirar al otro. El te ve, se acerca y saluda. Como si no fuera nada del otro mundo. Bueno, es que para él no eres nada del otro mundo. Y ellos como si fueran amigos quedan conversando de algo que ni siquiera consigues comprender. ¿ Dónde estará mi amiga ahora ? piensas. Y la vez ligando con otro AMOR DE SU VIDA al otro lado de la discoteca. Se despiden y el otro se acerca al oído y te pregunta que si andan. Te pones nerviosas ¿Qué? . ¿Qué si están saliendo? . No sé. El pone esa cara de pícaro que tanto te gusta y te dice al oído. Estas bella. Da un paso atrás y te mira a los ojos. El dejo para que sigan disfrutando, dice despectivamente. Y te quedas ahí paralizada con el corazón a mil y tus manos entrelazadas a un hombre que no puedes ni recordar tu nombre.

- ¿es El verdad?

- ¿Qué?

Él, la razón por la cual no me has podido prestar atención durante toda la noche. No importa, me di cuenta. No importa de verdad que no.

Perdón.

No importa

El te agarra de la mano y te tira hacia la salida. Nos vamos. Suben al carro que el valet acaba de dejar en la misma puerta por donde entraron y por los primeros cinco minutos nadie dice nada. Ni tú. Ni él. El silencio se hace pesado. Piensas en algo que decir, pero nada viene a tu mente. ESTAS BELLA. Llegan al parqueo de tu casa. Y le pides disculpas y le das las gracias. No importa de verdad que no. Perdón. No importa, sabes… dicen por ahí que un clavo saca a otro. Sonríes y piensas, que quien sea que haya dicho eso, es un mentiroso. Miras al piso y lo miras. Ya entendió. Ese mito urbano es mentira porque ese clavo que él quisiera sacar, nunca va a salir de donde está. Es verdad deberías seguir adelante y olvidar. Pero cierras la puerta del carro y subes a tu casa sabiendo que nunca le volverás a responder las llamadas a ese hombre que dejaste solo allá abajo con el corazón partido y te dormirás pensando en el otro hombre solo de la discoteca que te lo partió a ti.

Porque el problema no son ellos. El problema eres tú

¿El problema es él? No.

El problema es el otro.

4 comments:

  1. mierrrrrrrrrrrrrrdaa maria que apero 'ta eso!!

    ¿Como una persona logra vivir sin haber leído a Benedetti y aun así decir que su vida está completa?

    bravo!

    T.

    ReplyDelete
  2. nadie deberia morir sin antes haber leido a Benedetti!

    ;)

    gracias, que bueno que te gusto!

    ReplyDelete